28 nov 2008

Ana la friolera


Vivían en Norteña,
una ciudad costera
donde la mar era gris
y la lluvia eterna.

Ella pasaba frío
apenas la noche llegaba.
Con una manta a cuadros
él la arropaba.

Prometieron quererse
mientras el frío existiera.
Él la llamaba
Ana La Friolera.

Tuvieron un riña
y él la dejó marchar.
Supo que no volvería;
no vuelve la ola al mar.

Ella pudo llevarse
todo lo que tenía
pero dejó olvidado
el frío que sentía.

Ahora, bajo la manta a cuadros,
él trata de coger el sueño.
Desde que ella se marchó
allí siempre es invierno.

Y la buscó sin descanso
desde San Pedro a Las Mestas.
Teme morir congelado
una noche de estas.

La gente me llama insensato,
yo aún doy mi vida entera
por sólo una noche
con la chica friolera.
NACHO VEGAS

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Crees que las olas nunca vuelven??

cervinia dijo...

Nunca vuelven igual, ya no son las mismas

Anónimo dijo...

son como las sonrisas del mismo mar

cervinia dijo...

O como bofetadas, segun el dia

Anónimo dijo...

vale, diferentes, pero con el mismo alma.

cervinia dijo...

la mar enfadada tiene mas peligro que yo en luna llena...

Raki dijo...

Oye esta es como yo, voy a escribir al nacho este para que le compre una bolsa de aguita caliente. Besitos linda flor